viernes, 31 de diciembre de 2010

Dos aviones que cambiaron la Historia de España: Dragon Rapide y la avioneta de Ansaldo


Un Dragon Rapide fue el tipo de avioneta que transportó a Franco desde Canarias al Marruecos español para dirigir al Ejército de África al inicio de la Guerra Civil española. Eso sucedio el día 18 de julio de 1936. En Londres, el periodista Luis Bolín, corresponsal del diario monárquico ABC, se encargó de la contratación de la nave, del piloto inglés, todo con órdenes de los conspiradores, dirigidos por Mola, y con dinero aportado por el financiero Juan March. La película Dragón Rapide (Camino, 1986) retrata muy bien la conspiración civil-militar que desembocó en el golpe de estado de 18 de julio de 1936 (autodenominado como Alzamiento Nacional) y el inicio de la Guerra Civil. Tal vez, lo más interesante de la película, desde la perspectiva histórica, es comprobar cómo se reflejan las muchas dudas de oportunidad que tuvo Franco para sumarse a una sublevación en la que su participación era particularmente demandada por su prestigio militar pero ante la que tenía dudas sobre la pericia de quienes la dirigían.



Ese viaje, el de Franco en un Dragon Rapide, cambió la Historia de España. Y otro pudo haberlo hecho, en sentido diferente: el que confiaba emprender el general Sanjurjo desde Estoril (proximidades de Lisboa) hacia Burgos, el 20 de julio, para ocupar el liderazgo político y militar de la sublevación. Sanjurjo se encontraba exiliado en Portugal desde que fue liberado por otro intento de golpe antirrepublicano, el de 1932, la conocida como la Sanjurjada. La historia del que pudo ser y no fue viaje de Sanjurjo es bien conocida. El piloto Juan Antonio Ansaldo, falangista y de filiación anterior monárquico, era el encargado de acompañar a Sanjurjo. Desatendió el general las indicaciones de Ansaldo sobre la inconveniencia de llevar tanto equipaje en una avioneta muy pequeña que, apenas despegar, acabó por precipitarse. Sanjurjo murió al instante y Ansaldo sufrió graves heridas, de las que se pudo sobreponer. De hecho fue uno de los pilotos más destacados de la aviación del bando nacional, junto a Ruiz de Alda, quien sí murió en acto de servicio apenas iniciada la Guerra y se convirtió en un mito heroico del franquismo.
También en la Guerra Civil hubo otro avión célebre, el que se estrelló y produjo la muerte de Mola en el frente del Norte durante 1937. La pérdida de Mola supuso la desaparición de otra pieza clave de la conspiración pero esa "historia" ya la abordaremos entre todos más adelante.

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