sábado, 3 de mayo de 2008

Leopoldo Calvo Sotelo


Hoy fallecía en Madrid, a los 82 años de edad, el primero de los ex presidentes del gobierno de la democracia española, Leopoldo Calvo Sotelo, quien lo fue desde febrero de 1981, en sustitución de Adolfo Suárez y tras el fallido golpe de estado del 23F, hasta diciembre de 1982, unas semanas después de la apabullante victoria del PSOE en las elecciones generales de octubre de 1982.

Leopoldo Calvo Sotelo fue un ejemplo de reformista, persona que había tenido una trayectoria de segundo nivel en el régimen franquista -Presidente de RENFE, procurador en las Cortes Españolas desde 1971...- pero de ideología monárquica y reformista. En los albores de la Dictadura, supo interpretar junto a otros reformistas como Adolfo Suárez, Torcuato Fernández Miranda, Alfonso Osorio..., la necesidad de llevar el país hacia un régimen democrático desde la subsistencia de la institución monárquica. Fue ministro en el primer gobierno de la Monarquía -con aún Arias Navarro de Presidente-, y en el primero de Adolfo Suárez. Entre otros puestos durante la Transición, ocupó el de Ministros de Relaciones con la CEE, en momentos en los que España, sin éxito, intentaba un rápido ingreso en la organización.


En 1981 fue designado por UCD como sucesor de Adolfo Suárez en la Presidencia del Gobierno tras la dimisión de éste en enero. Cuando se procedía a votar su investidura en el Congreso de los Diputados, se produjo el asalto de Tejero y el inicio del intento fallido de golpe de estado conocido como 23F. Días después fue investido y lideró un gobierno débil que, no obstante, mostró una actitud muy resuelta en defensa de las libertades y la democracia, por ejemplo, cuando forzó la revisión por el Tribunal Supremo de la sentencia del tribunal militar, bastante benévola, con los responsables del golpe de estado, siendo entonces ministro Alberto Oliart. También, con la oposición de la izquierda, logró el ingreso de España en la OTAN. Pactó con el PSOE el desarrollo autonómico, particularmente la polémica Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), que pretendía moderar el desarrollo autonómico y que en buena medida fue declarada inconstitucional, con posterioridad, por el Tribunal Constitucional.

Dividido profundamente UCD, incluso con Adolfo Suárez fuera del partido tras fundar el Centro Democrático y Social (CDS), convocó elecciones generales anticipadas para octubre de 1982. En ellas no fue candidato a la presidencia del gobierno, puesto que cedió a Landelino Lavilla. UCD sufrió una derrota estrepitosa, pasando de 168 a 11 diputados. Ni siquiera Leopoldo Calvo Sotelo, candidato número 2 por la provincia de Madrid, fue elegido.

Abandonó la primera línea de la política española pero siguió ésta con interés. En las elecciones de 1993 y siguientes mostró su preferencia pública por el Partido Popular, partido al que consideró heredero de la tradición democrática moderada de Unión de Centro Democrático, aunque nunca militó en él.



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